Por: Jair Manning
Hoy en día, las promociones están por doquier, las estrategias de Marketing tienen que ser innovadoras para atraer al cliente.
Como es casi siempre, cuando me toca guardia en mi empleo de analista, salgo de casa sin desayunar, ¿Quién se levantaría a las 5:00am un sábado o domingo sólo para preparar un desayuno? al menos yo no.
Siendo al rededor de las 8am, la tripa ya rugía, por lo que busqué promociones de desayunos con mis compas de Alsea. Mis opciones más cercanas, Chili's, Vips, El Portón o Starbucks.
Starbucks lo descarte casi con inmediatez, ya que la súper oferta de un café y una dona por $29.00 es muy buena, solo que ahí hay un detalle. No me gusta el café. Y no estaba decidido a pagar $52 por un Chocolate Mexicano Venti.
Seguí con Chili's, desayuno completo por $89.00, muy buena opción, solo que en la bebida incluía café o jugo de naranja a elegir.
Continué con Vips, había una promoción que decía, "El que madruga, Dios lo ayuda", que era un desayuno completo por $59.00, pero era de la apertura del restaurante hasta las 8:30. Analicé los tiempos y ni de chiste terminaría mi consumo, para pedir la cuenta antes de las 8:30. Por lo que también lo descarté.
Ya me estaba dando por vencido, hasta que recordé que había una promoción de Chocolate con Churros en El Portón, sin pensarlo más, me dirigí al restaurante, que se encontraba a 900 metros de la oficina.
Al llegar, me encontré con música pop en las pantallas y eso sí, un ambiente algo tenso, como un estrés entre los cocineros, me imagino que no debe ser nada fácil cocinar tanto en poco tiempo.
Se me acerco una mesera, como si me leyera la mente, lo primero que dijo fue "¿Chocolate con churros?"
Afirme al instante, me entregó la carta, la revisé para ver si se me antojaba algo para esas horas de la mañana, ya que no acostumbro desayunar platillos fuertes por la mañana.
La verdad es que no me apeteció nada, es una carta muy completa como para ser una "Genuina cocina mexicana".
Me dirigí al baño para lavarme las manos, no tardé más de un minuto, en lo que ya estaba la mesera esperando a que regresara con mi orden de churros y chocolate.
Es un servicio rápido, aún más veloz que sus restaurantes de "comida rápida", ya que no tuve que esperar más de 3 minutos en recibir mi desayuno.
Al codiciado momento de probar los churros, noté un sabor un tanto desconocido para mi en unos churros. Sabían a elote, por lo que mi experiencia desconocida en el restaurante comenzaba.
Esperé a que se entibiara el chocolate, al probarlo, tenia muy buena consistencia, sólo que, un sabor muy pronunciado a piloncillo, por suerte, los churros contrarrestaban los sabores.
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| De Instagram Stories @jairenlaradio |
Al terminar, quedé muy sediento, algo que me causó furor porqué a escasos momentos estaba bebiendo el chocolate. Por lo que proseguí a pedir un jugo de naranja, estuve un rato buscando a la mesera que me atendió, no la encontré, por lo tanto se lo pedí al primer mesero que pasara cerca. No pasó de un minuto y ya había recibido el jugo a mi mesa. Al probarlo, estaba terriblemente amargo, parecía jugo de toronja-limón, el color del liquido era blanco, sabía que era de naranja, pero parece que lo habían preparado con las naranjas más verdes e inmaduras que tenían. De todas formas lo tenía que pagar, no estaba dispuesto a desperdiciarlo, decidí terminármelo, no sin antes, agregarle un poco de azúcar, tal como mi lógica me lo decía. No cambió nada el sabor, la azúcar que le añadí parecía inexistente.
Decepcionado con el sabor del jugo de naranja, proseguí a pedir la cuenta y me retiré del restaurante.
Lamentablemente la intensidad de ácido me causó malestar estomacal, en definitiva, jamás volveré a pedir un jugo natural en El Portón, espero no pasar la misma experiencia en algún otro restaurante de las marcas que opera esté corporativo.
En conclusión, ni muy rico, ni muy desagradable.
Calificación: 7.
En verdad tenía una alta expectativa particular con este restaurante, me decepcionó. 💔
